martes, 26 de julio de 2011

CARACTERISTICAS DEL MARXISMO

las caracteristicas principales son simples, el aparato productor es el estado quien utiliza la amno de obra de los obreros para la produccion de la superestructura que da fuerza a el estado..... en otras palabras, el obrero es el que crea las cosas, el estado el que le da las herramientas yas que son su propiedad, solamente la fuerza de trabajo produce los bienes que necesita el estado para seguir produciendo bienes, o lo que es lo mismo, el estado depende de la fuerza de trabajo que le exige a sus obreros, si no hay trabajo, se caen las estructuras, el estado y la sociedad, el estado es el soberano y administrador de los bienes, y el obrero trabaja para el

EL MARXISMO LATINOAMERICANO

Este es un tema por cierto muy difícil de sintetizar, y cualquier intento de hacerlo seguramente motivará justificadas polémicas y críticas por sus citas, omisiones e interpretaciones, pero creemos que muchos estarán de acuerdo en que se trata de una vasta constelación de perspectivas diferenciadas en términos doctrinarios y programáticos; y en que muchos movimientos que se autodenominan marxistas no lo son en sentido estricto.
Es notorio el escaso interés de los fundadores del marxismo por el confin americano del mundo europeo. Muy pocas referencias a América Latina pueden encontrarse en las obras de Marx y Engels. El marxismo latinoamericano fué así en su mayor parte una réplica empobrecida de esa ideología del desarrollo y la modernización canonizada como marxista por la II Internacional, dominada por la socialdemocracia alemana.
En general, el pensamiento político latinoamericano del siglo XIX y de las dos primeras décadas del siglo XX veía a América Latina como un mundo "atrasado" que solo podría modernizarse identificándose con Europa. Ese paradigma interpretativo fué también válido para el marxismo.
El marxismo latinoamericano se manifestó más como una toma de posición frente al anarquismo y a la democracia liberal burguesa que como una forma de saber sobre lo social y de actuar en sus procesos. Pueden distinguirse en él tres orientaciones fundamentales: - Una búsqueda de autonomía ideológica, política y organizativa del movimiento obrero; - Una preparación para la revolución, por medio de la lucha reivindicativa de la clase obrera; - Una convicción sobre el carácter necesario (e inmanente al desarrollo de la sociedad capitalista) de la revolución (6).
En gran parte, la dirigencia socialista latinoamericana originaria carecía de una cultura marxista sólida y se orientó más bien hacia un reformismo democratizador, buscando la vía de la concientización del pueblo y de la conquista de mayorías parlamentarias. Recién a partir de los años '20 de este siglo, las organizaciones del movimiento comunista difundieron la literatura marxista-leninista en forma sistemática.
Mencionaremos ahora la cronología de algunos hechos importantes: 1870: Se publica en México el MANIFIESTO COMUNISTA; 1890: Se publica en Buenos Aires el periódico marxista EL OBRERO; 1894: Comienza la publicación en Buenos Aires de LA VANGUARDIA; 1896: Se funda el Partido Socialista en la República Argentina; 1898: Se publica en Madrid el primer tomo de EL CAPITAL, traduci- do al español por Juan B. Justo; 1909: Enrique del Valle Iberlucea comienza a publicar en Buenos Aires la REVISTA SOCIALISTA INTERNACIONAL.
Durante la etapa fundacional, o sea hasta la organización de los partidos comunistas latinoamericanos, el marxismo teórico fué patrimonio casi exclusivo del grupo que rodeaba a Juan B. Justo, principalmente en Argentina pero también en Uruguay, Chile, Bolivia y Brasil. Juan B. Justo era una figura de gran nivel intelectual, que mantuvo una relación crítica y conflictiva con la doctrina de Marx, ya que su propósito político era crear un movimiento socialista para realizar en Argentina una sociedad democrática, conduciéndo para ello a las clases trabajadoras hacia una activa participación en la vida política. De algún modo, esta actitud lo vincula con la tradición liberal sarmientina, si bien repensando la historia desde el punto de vista de la lucha de clases.
Por otra parte, el socialismo argentino nunca logró producir un fenómeno de adhesión política de nivel masivo, salvo en forma puntual, como fué la elección del "primer diputado socialista de América": Alfredo Palacios, electo por la circunscripción del barrio de La Boca en 1904.
Del marxismo, Juan B. Justo tomó sobre todo la concepción de la lucha de clases, entendida como lucha social en la que la clase obrera aprenda a organizarse y a gobernar la sociedad.
El objetivo de Juan B. Justo era encontrar una fórmula política para: - Vencer la resistencia del "stablishment" económico-social a permitir una expansión popular de la participación política; - Controlar la tendencia subversiva de las masas; - Impulsarlas hacia una organización civil democrática.

DOCTRINA MONROE


En 1822 Estados Unidos fue el primer estado que reconoció las nuevas naciones que en Hispanoamérica acababan de separarse de España. Aquel mismo año inquietaron a los Estados Unidos dos iniciativas procedentes de Europa y dirigidas hacia el Nuevo Mundo:
El zar Alejandro I proclamó los derechos de Rusia sobre la costa del Pacífico y las aguas vecinas desde Alaska, que pertenecían entonces a Rusia hasta el paralelo 51, es decir hasta la parte norte de la isla de Vancouver.
Siguiendo las instrucciones de Monroe, John Quincy Adams informó al ministro de Rusia que los Estados Unidos "debían discutir el derecho de Rusia a cualquier establecimiento territorial en este continente y debían afirmar claramente que el continente americano no se hallaba ya supeditado a cualquier nuevo establecimiento colonial europeo".
El Secretario de Estado escribió al Ministro de los Estados Unidos en Rusia: "tal vez no haya momento más favorable para decir franca y explícitamente al gobierno ruso que la paz futura y el interés de la propia Rusia no pueden verse facilitados por el establecimiento de Rusia en una parte cualquiera del continente americano".
En otoño de 1822, en el Congreso de Verona, Francia y las potencias de la Santa Alianza (Rusia, Austria y Prusia) decidieron intervenir en España, donde una revolución había obligado a Fernando VII a aceptar una Constitución liberal. En 1823 Luis XVIII envió un ejército al otro lado de los Pirineos para ayudarle a restaurar su poder absoluto.
Los Estados Unidos temieron que las potencias de la Santa Alianza, se ocupasen luego de sus antiguas colonias hispanoamericanas.
Londres propuso a Washington una declaración común americano-británica que alertase a las potencias europeas contra cualquier tentativa de reconquistar Hispanoamérica.
Los Estados Unidos plantearon como condición: que Inglaterra reconociese, en primer lugar, la independencia de las antiguas colonias hispanoamericanas. Inglaterra procuró esquivar la cuestión.
Monroe, según observó su Secretario de Estado, se "alarmó" cuando las fuerzas francesas se apoderaron de Cádiz, última plaza fuerte de los revolucionarios.
John Quincy Adams vio con agrado que Monroe decidiese manifestarse sin coordinar para nada con Inglaterra, para no estar como un furgón de cola de dicho país. Adams preconizaba una comunicación transmitida por las vías diplomáticas normales a Francia y a Rusia, pero Monroe prefirió una declaración solemnemente integrada a su "mensaje sobre el estado de la Unión".
La primera parte de esta declaración aludía a las pretensiones de Rusia sobre la costa del Pacífico, La segunda parte concernía más específicamente a las intenciones que las potencias europeas pudiesen tener sobre América Latina. Monroe pedía con firmeza a las potencias europeas que no interviniesen en América. Asimismo, confirmando la política de neutralidad inaugurada por George Washington, adquiría el compromiso de no intervenir en los asuntos europeos.
Por lo tanto la llamada doctrina Monroe comprende dos elementos indispensables: "nada de intervención europea en América y nada de intervención americana en Europa" (Julien, Claude)

que es la guerra fria

Se denomina Guerra Fría al enfrentamiento ideológico que tuvo lugar durante el siglo XX, desde 1945 (fin de la Segunda Guerra Mundial) hasta el fin de la URSS que se dio entre 1989 (Caída del Muro de Berlín) y 1991 (golpe de estado en la URSS), entre los bloques occidental-capitalista, liderado porEstados Unidos, y oriental-comunista, liderado por la Unión Soviética. Este enfrentamiento tuvo lugar a los niveles político, ideológico, económico, social, tecnológico, militar e informativo. Ninguno de los dos bloques tomó nunca acciones directas contra el otro, razón por la que se denominó al conflicto "guerra fría". Estas dos potencias se limitaron el pico actual como "ejes" influyentes de poder en el contexto internacional, y a la cooperación económica y militar con los países aliados o satélites de uno de los bloques contra los del otro. Si bien estos enfrentamientos no llegaron a desencadenar una guerra mundial, la entidad y la gravedad de los conflictos económicos, políticos e ideológicos comprometidos, marcaron significativamente gran parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX. Las dos superpotencias deseaban implantar su modelo de gobierno en todo el planeta. Los límites temporales del enfrentamiento se ubican entre 1945 y 1947 (fin de la Segunda Guerra Mundial y fin de la posguerra respectivamente) hasta 1985 (inicio de la Perestroika) y 1991 (disolución de la Unión Soviética).